El Adviento es un tiempo maravilloso para preparar uno de los acontecimientos más importantes para un cristiano, como es la venida del Salvador. Si sabemos aprovechar bien este tiempo, al llegar la Navidad nuestros corazones se inundarán de alegría y paz, porque en ellos habitará el Niño que viene a salvarnos y a dar sentido a nuestra vida.
El Adviento es tiempo de vivir en familia, esperando a la Familia de Nazaret, caminando sus caminos, preparando con María y José el nacimiento de su Hijo.
Desde el equipo de Espiritualidad del Movimiento Familiar Cristiano queremos ayudaros a vivir el Adviento en familia con estos pequeños consejos.
- LA MOTIVACIÓN
Es muy importante que hablemos en familia de qué es el Adviento. Debemos incidir en que éste es un tiempo de preparación, en el que tenemos que adoptar una actitud diferente, para preparar nuestro corazón y hacerlo cómodo, agradable, dispuesto para recibir al Niño Jesús en él. Si nuestros hijos son algo mayores, es momento de explicarles que, en esta preparación y cambio de actitud, conviene que hagamos algunos sacrificios por Jesús, para purificar nuestro corazón y recibirle como Él se merece.
Explicaremos que el mayor acontecimiento sucede al final del Adviento, en la noche del 24 de diciembre, con el Nacimiento de Jesús en Belén.
- LA CORONA
La corona de Adviento nos recordará permanentemente que estamos alerta, en preparación. La prepararemos todos juntos y colocaremos en un sitio visible de la casa o en nuestro sitio de oración.
La corona de Adviento es una corona circular, hecha de ramas perennes, a la que podemos añadir algunos frutos y lazos, en la que colocaremos 4 velas (tres moradas y una rosa), que iremos encendiendo cada domingo, según nos vayamos aproximando a la Navidad.
- EL PLAN
Es importante que tracemos un plan en familia, sobre cómo vamos a vivir este tiempo; nos puede ayudar el escribir en un calendario una acción concreta para cumplir cada día y materializar ese cambio de actitud que nos prepara el corazón para recibir al Niño Jesús.
Algunas acciones pueden ser:
- Servir la comida a los demás, antes que a uno mismo
- Escuchar sin interrumpir a los demás
- Levantarse alegre, aunque sea temprano, haga frío o hayas dormido mal
- Estudiar sin protestar ni racanear tiempo
- Renunciar a un bombón, una gominola o a mi postre favorito
- Mirar quién está solo en el patio del recreo, y acercarme a hablar con él/ella
- No comer de más
- Obedecer a la primera
- Ofrecer a Jesús el sacrificio de no jugar hoy con el móvil, o la consola, por esa persona enferma o mayor que necesita de Jesús
- Razonar calmadamente, sin ser contestón
- Llamar a los abuelos, o a esa persona que no tiene a nadie…
- Jugar a lo que digan otros
- No permitir que se rían de alguien de clase, ni que se metan con él/ella
- Ayudar a quien lo necesite
Las acciones podrán ser individuales o grupales, pero es importante aclarar que vamos a hacer un esfuerzo familiar (no sólo los niños tienen que acercar su corazón a Jesús); por eso todos, especialmente los papás, nos ejercitaremos en la paciencia, la austeridad, la comprensión y la escucha, teniendo en cuenta que nuestros hijos aprenden más de nuestras acciones, que de nuestras palabras.
También es importante que no olvidemos ayudar a los necesitados con acciones concretas, que podemos incluir en nuestro calendario.
Os recomendamos poner, junto a la corona de Adviento, un pequeño COFRE DE MADERA (o algo similar), y un bote de cristal lleno de bolitas de colores. Cada miembro de la familia elegirá un color, y cada vez que cumpla con una de estas acciones, o le ofrezca a Jesús un sacrificio, pondrá una bolita de su color en el cofrecito. Este cofre se irá llenando, y se lo ofreceremos a Jesús en la noche de Navidad, poniéndolo a su lado, como nuestro regalo más valioso.
- LA ORACIÓN
Como tiempo especial que es, el Adviento es un tiempo de gracia, donde el Señor se vuelca en nuestra preparación interior, con sus dones.
Cuidaremos en este tiempo de la oración diaria en familia, especialmente los domingos, en los que nos reuniremos en torno a la corona de Adviento para leer juntos la Palabra de Dios, orar, darle gracias y presentarle nuestras peticiones.
Cada noche podemos leer un pequeño pasaje del Evangelio. Repasaremos nuestro plan familiar para el día, daremos gracias al Señor si lo hemos cumplido, y si no, le pediremos la gracia para cumplir el plan del día siguiente, y perdón por no haber hecho lo suficiente.
Os dejamos esta oración que nos propone la Delegación de Ocio, Tiempo Libre y Campamentos de nuestra diócesis para encender nuestra primera vela de Adviento:
«Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primera semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque Tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor, Jesús! ¡Ven, Señor, Jesús!»
Podemos aprovechar también nuestro tiempo de oración para aprender algún canto de Adviento y, las últimas semanas, algún villancico para cantar a Jesús cuando nazca.
- LA EUCARISTÍA
Es, ciertamente, el centro de nuestra vida cristiana. Sin la Eucaristía nuestra alma se anquilosa, se agarrota y se cierra a la Gracia.
En este tiempo, es importante que preparemos bien las Eucaristías, leyendo en casa el Evangelio, y si es posible, también las lecturas y el salmo. Podemos colocar al lado de nuestra corona de Adviento la frase más importante, que elegiremos entre todos, escribiremos y colorearemos, para que acompañe nuestra oración a lo largo de esa semana.
Explicaremos cómo el sacerdote viste de morado, que significa preparación y espera. Que no rezamos el Gloria, para que el día de Navidad podamos disfrutar cantándolo junto a pastores y ángeles en la gruta de Belén. Que, como en casa, en la parroquia también tenemos corona de Adviento, porque como familia de Dios que es la Iglesia, de la que formamos parte, también encendemos juntos cada vela en esta espera, y nos hacemos propósitos comunes, para preparar nuestro corazón a la venida del Mesías.
Esperamos haberos ayudado con estas pequeñas sugerencias, y que este tiempo de Adviento sea un tiempo de gracia y acercamiento a Dios para todos nosotros. ¡Feliz Adviento!
Miguel Ángel y Mª Carmen
Responsables diocesanos de la Comisión de Espiritualidad
espiritualidad.toledo@movimientofamiliarcristiano.es
Buenas noches, Miguel Ángel y Mari Carmen. Muchas gracias por vuestras propuestas. Nos han encantado. Procuraremos hacerlo. Un fuerte abrazo.