¡Hemos llegado al Tercer Domingo de Adviento! Y puede que se nos presente delante un panorama algo desolador: nos habíamos propuesto vivir este Adviento como ninguno, y sin embargo, parece que estamos igual que siempre; prometimos llevar un calendario de propósitos, intensificar nuestra oración en familia, ir más a misa… y puede que no hayamos conseguido ni siquiera poner el belén. Si os encontráis en esta situación, por favor, no os sintáis lejos del Señor, ni perdáis el ánimo… porque el enemigo, como león rugiente, busca a quién devorar…  (1 Pedro 5:8-9).

Por esto, el Señor, que es infinitamente bueno con nosotros, nos regala este Domingo, el Domingo Gaudete, el Domingo de la ALEGRÍA. Podemos pensar: ¿alegría? ¿qué alegría, si no he cumplido ni un solo propósito de los que me hice al comenzar el Adviento? Pues… precisamente, por eso. En este Domingo el Señor nos recuerda que nos ama porque quiere. No es necesario que nosotros nos esforcemos para que Él nos quiera más. Él nos quiere. Y con eso basta. Todo lo que nosotros podemos hacer es alegrarnos de su Amor, de su Bondad, de su Misericordia. Recordarnos este amor maravilloso y gratuito, unos a otros. Y responder con todo lo que somos y tenemos, no por obligación, ni por religiosidad… sino por amor a Él.

Así que ÁNIMO, en nuestras vidas ¡no cabe la tristeza, no hay resignación! Sólo hay AMOR DE DIOS.

Esta semana celebraremos la alegría: vamos a recordarnos en casa, unos a otros, que el Señor es bueno, nos ama con locura, y piensa en cada uno de nosotros, diciéndonos: “me alegro de que existas”.

Para eso, os proponemos unas acciones concretas que nos van a ayudar a mantener el espíritu de alegría durante toda la semana:

¡Mirad a María!

Rezad el Rosario, meditad y comentad el Magnificat, repetid a lo largo del día alguna jaculatoria, que os permita tener siempre presente la intercesión de nuestra Madre.

¡Cantad!

Hay canciones preciosas de este tiempo de Adviento que nos recuerdan la alegría del Amor de Dios. Cantad las que más os gusten, o las que más os ayuden a vivir estos días con gozo en el corazón. El canto Ven, Emmanuel es un precioso canto para pedir al Señor que venga a nosotros:

https://www.youtube.com/watch?v=KH6U_Pgc5ag

También os recomendamos este canto para que os lo cantéis unos a otros en casa, Dios te hizo tan bien:

https://www.youtube.com/watch?v=vwkudBKu428

Os proponemos aprender este canto, basado en las tradicionales Antífonas del Adviento, que se recitan del 17 al 23 de diciembre en la oración de Vísperas y en la Misa, antes del Evangelio, en esos mismos días, y van repasando los nombres de Jesús:

No os olvidéis cantar a María, os proponemos esta canción, Contigo María:

¡Reíd!

La risa también es preparación a la llegada del Salvador, porque dulcifica nuestro carácter, nos apacigua interiormente. Por favor, ¡reíd juntos! Contaos anécdotas divertidas, vivencias familiares que pasen de generación en generación, recuerdos bonitos. Decíos cosas bonitas, amaos como nos ama Dios (podéis desgranar una parábola juntos, y hablar de cómo nos ama Dios, para poder vosotros amar igual).

¡Mirad al Papa! En estos días podéis repasar algún texto del Papa Francisco que nos hable de la alegría; a modo de ejemplo, os dejamos este texto del Ángelus del Tercer Domingo de Adviento del año 2013: “¡la Iglesia no es un refugio para personas tristes, la Iglesia es la casa de la alegría!”

http://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2013/documents/papa-francesco_angelus_20131215.html

Ánimo, alegraos: ¡el Señor está muy cerca, y viene a quedarse en vuestro corazón!

Miguel Ángel y MªCarmen

Responsables Diocesanos de la Comisión de Espiritualidad

MFC Toledo