¡Hola a todos!

Esperamos que estéis pasando un feliz Domingo de Adviento. En este día, nos centraremos en descifrar una de las palabras fundamentales dentro de este tiempo fuerte: CAMINAR.

Al igual que los papás que esperan un bebé van preparándolo todo para estar listos el día del nacimiento, nosotros también nos vamos preparando con pequeños gestos, con nuestra oración y con los sacramentos, como veíamos en el post anterior.

Adviento es espera, es preparación; pero también es ponerse en camino hacia Belén (“la casa del pan”). Hoy os ofrecemos un nuevo gesto que nos ayudará en este camino: construir juntos el belén de casa durante esta segunda semana de Adviento.

La tradición del belén es preciosa; fue san Francisco de Asís quien inició esta preciosa manera de evangelizar: en 1223 visitó Tierra Santa, y estuvo rezando en la gruta de Belén. Aquello le marcó tanto que, al volver a Italia preparó una representación en una pequeña gruta en la población de Greccio. Unos jóvenes hicieron de María y José, y un bebé fue vestido como el Niño Jesús. San Francisco animó a todos a acudir a la gruta y poder rezar, cantando y dando gracias a Dios por el Nacimiento de Jesús. Desde entonces, esta bonita manera de orar fue haciéndose hueco en los hogares cristianos, hasta hoy día.

Podemos aprovechar este domingo para contar a los niños la historia del belén, y planificar en familia cómo vamos a instalarlo. También podemos colocar algún detalle exterior, para dar testimonio de nuestra fe en nuestra calle, a nuestros vecinos.

En nuestro belén no pueden faltar el camino, el río, la gruta o portal, el pesebre (ahora vacío), el pueblo, los pastores, el ángel, la estrella, los reyes Magos,… por supuesto, la mula y el buey, que dan calor al Niño. María y José, pendientes del Niño Dios, y las gentes que acuden a adorarle. Podemos también añadir algunas escenas de la vida cotidiana, como la taberna, o el panadero… imagen del mundo que Jesús viene a salvar. Y, por supuesto, Herodes, la lucha del maligno contra el mismo Dios hecho carne.

El escritor Luis López Anglada nos describe así el momento de la preparación del belén:

Tomad papel de plata, haced un río
y colocad, encima de él, un puente;
fabricad un portal, ponedle enfrente,
de papel y cartón, un caserío.

Simulad la blancura del rocío
con un poco de harina y, lentamente,
hacedla que descienda suavemente,
como la nieve cae, blanca de frío.

Colocad las figuras una a una,
la Virgen y José junto a la cuna
y en ella el Niño, en el pesebre echado.

Y si después que todo lo habéis hecho
sentís que hay una estella en vuestro pecho,
es que está el nacimiento terminado.

El Santo Padre Francisco nos dijo, en su Carta Apostólica Admirabile Signum*, que el belén es un “Evangelio vivo”, presente en cada uno de nuestros hogares. Os recomendamos en este tiempo leer esta preciosa Carta, para así poder explicar a vuestros hijos el significado de cada una de las figuras que iremos colocando en él. Reservaremos el Niño para ponerlo en Nochebuena, momento en el que daremos gracias a Dios por el comienzo de la Navidad.

Cuando nuestro belén esté montado, podemos ir cada día caminando hacia el portal con algunas figuras. Aprovechemos nuestra oración diaria para terminar diciendo “ven, Señor Jesús”, moviendo una figura cada día.

Nos dice el Papa: “Dios siempre estuvo cerca de su pueblo, pero cuando se encarnó y nació, estuvo muy cerca, muy cerca. Hacer el belén es celebrar la cercanía de Dios, es redescubrir que Dios es real, concreto, vivo y palpitante. Dios no es un señor lejano ni un juez distante, sino Amor humilde, descendido hasta nosotros”.

Que este Adviento signifique, para todos, camino de verdadera búsqueda de Dios, peregrinar a Belén, la Casa del Pan Vivo, bajado del Cielo, construir nuestra familia sobre la roca firme que es Jesús.

Feliz segunda semana de Adviento a todos.

*Carta Apostólica Admirabile Signum del Santo Padre Francisco, sobre el significado y valor del Belén

https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2019/12/01/bele.html

Miguel Ángel y MªCarmen

Responsables diocesanos de la Comisión de Espiritualidad

MFC Toledo